NASA: Así funcionará NACHOS, el nuevo sistema que ayudaría a prevenir erupciones volcánicas
Recientemente, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) anunció el lanzamiento de un nuevo prototipo de instrumento que podría ayudar a predecir y monitorear los eventos volcánicos, así como la calidad del aire.
¿Cómo se llama este nuevo sistema?
De acuerdo con un comunicado de la agencia espacial, el Sistema de Observación Hiperespectral de Química Atmosférica Nanosat (NACHOS, por sus siglas en inglés.), nombre de su nuevo instrumento, es una solución compacta que cabe en un nanosatélite CubeSat, pues puede cargarse con ambas manos.
¿De qué trata NACHOS?
Los expertos de la NASA aseguran que NACHOS será el instrumento espacial más pequeño, pero el de mayor resolución dedicado a monitorear gases como dióxido de azufre (SO2) y dióxido de nitrógeno (NO2), lo que permitirá predecir erupciones volcánicas y la calidad del aire de zonas específicas.
¿Cómo logrará predecir erupciones volcánicas?
Según la NASA, los volcanes que se encuentran inactivos son capaces de emitir SO2 antes de iniciar con alguna actividad volcánica, lo que facilitará predecir eventos catastróficos y así resguardar a las personas u animales que corran peligro.
"Un volcán inactivo que acaba de despertarse puede emitir SO2 antes de que haya alguna actividad sísmica detectable. Eso nos da la oportunidad de identificar un volcán potencialmente en erupción antes de que realmente sople", reveló el investigador y líder de tareas del Grupo de Sensores Espaciales y Remotos del Laboratorio Nacional de Los Álamos (LANL) del Departamento de Energía, Steve Love.
¿Cómo detecta la calidad del aire?
Asimismo, NACHOS podría proporcionar a los científicos información sobre diversos sistemas terrestres, por ejemplo, la cantidad de dióxido de carbono que frecuentemente es producido por la quema de combustibles y el nocivo para la salud o el dióxido de carbono, el cual es resultado de la actividad humana y contribuye al cambio climático.
"Cuando reconocemos que estos gases están presentes y pueden localizar sus fuentes en una escala de menos de un kilómetro, tenemos la oportunidad de tomar medidas y minimizar los resultados negativos para la salud", agregó Steve Love.
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