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Finanzas personales: Qué es y cómo crear un fondo de emergencia en 4 pasos


Llegas a casa después de librar una lluvia intensa, pero te encuentras que el agua se empieza a filtrar por el techo. Una situación que requiere un arreglo a la brevedad, además un gasto de un gasto imprevisto. Aquí es donde puedes hacer uso del fondo de emergencia.


Este apartado, te puede ahorrar muchos dolores de cabeza, además de poder sortear imprevistos como el solucionar una compostura del hogar. Si no sabes cómo crear un fondo de emergencia a continuación, te decimos por dónde empezar.


¿Qué es un fondo de emergencia?


Podemos decir que, el fondo de emergencia es un dinero que podrás destinar a cubrir gastos que no estaban considerados. Se trata de recursos que están disponibles de manera inmediata, además de estar en un lugar seguro.


Es importante que no mezcles ese dinero con el resto de tus gastos corrientes o inversiones. Recuerda que el objetivo es hacer frente a una situación imprevista, se trata de un capital para emergencias, no para gastos que puedes evitar.


¿Cómo iniciar un fondo de emergencia?


Para iniciar un fondo de emergencia solo sigue estas cuatro recomendaciones:


Es necesario que dividas tus gastos fijos (renta y pago de servicios, entre otros que debes de afrontar puntualmente) y gastos variables (transporte, alimentación, entre otros que pueden ajustarse).


Determina cuánta cantidad puedes aportar mensualmente para el fondo de emergencia.


Ordena una transferencia periódica desde tu cuenta de nómina hacia una diferente.


Observa cómo el fondo de emergencia se incrementa y úsalo cuando se presente una eventualidad.


¿Qué cantidad es necesaria juntar para crear un fondo de emergencia?


Parece una tarea complicada, peo no lo es, solo necesitas compromiso y dedicación. Los expertos dicen que el fondo de emergencia debe de ser el equivalente de tres a seis meses de tu ingreso.


Otros especialistas señalan que el fondo de emergencia también se puede conformar al equivalente a tres y seis meses de tus gastos.


La primera opción es la más fácil de determinar, además que podrías ponerte una meta alta para conformar tu fondo de emergencia. Mientras que en la segunda, el monto será menor y deberás de ser sincero contigo mismo, a la hora de hacer los cálculos.


Elige la opción que mejor se adecue a tu presupuesto y necesidades, pero recuerda que es importante siempre contar con un fondo de emergencia para enfrentar cualquier eventualidad.




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