¿Es cierto que se ve toda tu vida en un segundo cuando estás por morir? Esto dice la ciencia
La idea de que se ve la vida completa, como en un cortometraje, antes de morir ha sido difundida extensamente por las películas de Hollywood; sin embargo, un equipo internacional de científicos quiso saber si esto era verdad y descubrió que las ondas cerebrales emitidas antes y poco después de morir siguen patrones rítmicos similares a los que hay cuando se sueña.
Se percataron de esto porque analizaron un electroencefalograma que estaba muriendo, por lo que determinaron que es posible que previo al “último suspiro” haya algún tipo de trance donde se recuerden de manera visual o sueñen cosas, pero aclararon que no necesariamente ocurrirá en todas las personas.
"A través de la generación de oscilaciones involucradas en la recuperación de memoria, el cerebro puede estar jugando un último recuerdo de eventos importantes de la vida justo antes de morir, similares a los reportados en experiencias cercanas a la muerte", especuló Ajmal Zemmar, coautor de la investigación.
Este hallazgo fue publicado en Frontiers in Aging Neuroscience, donde se detalló que su estudio se basó en los análisis de un sujeto de 87 años que desarrolló epilepsia y a quien se le hizo una electroencefalografía continua para detectar las convulsiones y tratar al paciente, pero durante estas grabaciones, el paciente tuvo un ataque cardíaco y falleció.
"A través de la generación de oscilaciones implicadas en la recuperación de la memoria, el cerebro podría estar reproduciendo un último recuerdo de los acontecimientos importantes de la vida justo antes de morir, similar a los reportados en las experiencias cercanas a la muerte", explicó Zemmar.
El cerebro no se “desconecta” instantáneamente
También descubrieron que la actividad mental permanece durante un tiempo durante el proceso muerte e incluso poco después de que la sangre deje de llegar al órgano, si bien es desconcertante, se sabía que esto podría ocurrir gracias a investigaciones hechas en ratas.
"Estos hallazgos desafían nuestra comprensión de cuándo termina exactamente la vida y generan importantes preguntas posteriores. Algo que podemos aprender de esta investigación es que, aunque nuestros seres queridos tengan los ojos cerrados y estén listos para irse descansar, sus cerebros pueden estar reproduciendo algunos de los momentos más agradables que experimentaron en sus vidas", mencionó Zemmar.
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